Ad Alenda Pecora (para el sustento del ganado)

Ad Alenda Pecora (para el sustento del ganado)

Los señoríos eran dominios territoriales que adjudicaban los Reyes a los grandes señores que intervienieron en la Reconquista de España y que fueron suprimidos por las Cortes de Cádiz en 1911. Estos señores eran dueños absolutos del Señorio y tenían a su cargo a campesinos dedicados al cultivo de la tierra y dependientes absolutamente de su señor, quien ejercía todo el poder sobre ellos. El Señorío de Buitrago y su Tierra lo componían los siguientes pueblos: La Acebeda, El Atazar, Berzosa, Braojos, Buitrago del Lozoya, Cervera de Buitrago, Cinco Villas, La Cabrera, Gandullas, Garganta de los Montes, Gargantilla del Lozoya, Gascones, La Hiruela, Horcajo de la Sierra, Horcajuelo de la Sierra, Lozoyuela, Madarcos, Mangirón, Montejo de la Sierra, Navarredonda, Las Navas, Paredes, Pinilla, Piñuécar, Prádena del Rincón, Puebla, Robledillo de la Jara, San Mamés, La Serna, Serrada, Sieteiglesias y Villavieja del Lozoya. Esta mancomunidad era regida por unas ordenananzas comunes y generales. Con un único médico y cárcel, los cuartos de la mancomunidad estaban representados por un procurador, elegido por votación. Buitrago aparece en la historia de la Reconquista en tiempos de Alfonso VI, hacia el 1083 ó 1085. Su valor estratégico es la razón de su pronta repoblación por medio de un privilegio otorgado por el mismo rey que facultaba a la Villa para repoblar los núcleos existentes en su jurisdicción y crear otros nuevos. De ese modo, en 1096, el rey Alfonso VI concede a Buitrago las armas de su escudo consistentes en un toro, una encina y la leyenda Ad Alenda Pecora («para el sustento del ganado»), que en definitiva hace referencia al medio de vida que se iba a adoptar. El amplio territorio delimitado por el monarca es el origen de lo que se conoce como el Señorío de Buitrago, una comarca que formaba una sola unidad jurisdiccional y cuya cabeza era la Villa de Buitrago. Durante cinco siglos, esta unidad jurisdiccional tuvo una doble naturaleza. Desde 1368 fue un señorío otorgado por Enrique II a Don Pedro González de Mendoza, familia a la que sigue vinculado hasta la desaparición del Régimen Señorial en el siglo XIX. La familia Mendoza recibió en el siglo XVI el título de Duque del Infantado. Buitrago y los pueblos de su Tierra formaban una «Comunidad de Villa y Tierra», institución que los agrupaba tanto para satisfacer sus obligaciones de vasallaje como para defender sus intereses frente a terceros. Suponía el gobierno mediante ordenanzas generales que regulaban la mayor parte de la vida económica y social de la Comarca, así como el asentamiento de nuevos vecinos.

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