Generales de la Guerra Civil española
La mayor parte de los Presidentes de Gobierno republicanos eran, o habían sido, masones: Manuel Azaña (1931-1933, 1936), iniciado en 1932, aunque no pasó del grado de aprendiz; Alejandro Lerroux (1933-1934, 1935), Diego Martínez Barrio (1933, 1936), Ricardo Samper (1934), Manuel Portela Valladares (1935-1936)
Durante la Guerra Civil española, ni fueron tantos los militares masones, ni todos ellos estaban en el bando republicano. Concretamente, del total de militares masones, en torno al 27% se adhirieron al Bando Nacional y aunque muchos de ellos no serían perdonados, algunos sí continuaron prestando sus servicios —exitosamente incluso— en las fuerzas armadas tras la Guerra Civil. Entre los numerosos ejemplos, podemos citar al capitán Ernesto Sellés Rivas, vizconde de Castro y Orozco, séptimo hijo del marqués de Gerona. Nacido en Granada en 1888, sería iniciado el 28 de marzo de 1931 en la logia “Hércules” n.º 446 del Gran Logia Regional del Mediodía, del Gran Oriente Español. En mayo de 1940 presentó ante las autoridades militares su declaración-retractación lo que le llevó a obtener el sobreseimiento de las actuaciones judiciales en 1946.
Un ejemplo ilustrativo de oficial de alta graduación masón es el del general Miguel Cabanellas Ferrer. Comandante general de Menorca en 1926, pasó a la reserva por sus discrepancias con el general Primo de Rivera y su apoyo al restablecimiento del régimen constitucional. Con el advenimiento de la República fue jefe de la II Región Militar (Andalucía). En 1932 sustituyó a Sanjurjo como Director general de la Guardia Civil. Su amistad personal con Alejandro Lerroux le llevó a afiliarse al Partido Republicano Radical y a ser diputado por Jaén en 1933. Como jefe de la V Región Militar (Zaragoza), Cabanellas fue, junto a Mola y otros militares, uno de los principales implicados en el golpe militar de julio de 1936. De hecho, en su calidad de general más antiguo, asumió la jefatura de la Junta de Defensa Nacional de Burgos desde el 24 de julio hasta el 30 de septiembre de 1936, fecha en la que Franco fue elegido Jefe del Estado. Había sido iniciado en Madrid en 1932 y estuvo afiliado a las logias madrileñas “Mare Nostrum” y “Condorcet” hasta su traslado a Zaragoza, en donde mantuvo buenas relaciones con sus hermanos masones de la logia “Constancia”. En su Expediente masónico de Salamanca consta su correspondencia con varias logias dependientes de la Gran Logia de Marruecos.